Como estimular la memoria a los bebés

Existen algunas funciones en la mente del bebé como es la memoria que pueden desarrollarse en este mucho antes y de forma más rápida de lo que normalmente se tiene previsto.



Bien es cierto que los pequeños tienen algunos recuerdos antes de cumplir tan solo el primer año de vida. Pero para comprender esto, hay que diferenciar de forma clara algunos tipos de memoria.

Memoria de reconocimiento

Los bebés reconocen semblantes, y asimismo objetos y situaciones. De ahí que cara el octavo mes brota el miedo a las personas extrañas, a las que no reconocen. Se trata de la llamada 'memoria de reconocimiento', consistente en reconocer cosas que ya se han visto ya antes.

Memoria de evocación

Supone un paso más y aparece después. Consiste en ser capaz de rememorar cosas que están plenamente ausentes. A los diez meses un bebé ya puede hallar un objeto oculto segundos ya antes. Es tras cumplir un año cuando el pequeño puede hallar cosas que no ha visto desde hace un buen rato, aun días. Y sobre todo la aparición del lenguaje torna posible que, al citarlas, puedan enfocarse en cosas que no están a la vista. Se está afianzando la capacidad de simbolización, que es característica del humano y torna posible nuestro desarrollo intelectual y cultural.

¿De qué manera promover la memoria de evocación?

Entre el primer y el segundo añito de vida la memoria avanza de forma muy rápida. Se sabe que la memoria que los bebés desarrollan a esta edad, muestra una cierta relación con sus niveles de inteligencia y lenguaje a edades algo mayores. Si practicamos con el pequeño (sin llegar a estresarle) juegos y situaciones que la promuevan, le estamos dando una valiosa estimulación mental al bebé que no va a recibir en cambio si se lo damos todo hecho y no le dejamos ejercitar su psique.

Ciertos ejemplos:
Podemos crear una serie de juegos para desarrollar la memoria del bebé y de esta forma verificar que nuestro niño/a responde de forma correcta a estos.
Podemos ocultar un juguete atrayente bajo un cojín o bien sofá y solicitar al pequeño que comience a procurarlo cuando suene la campana. En los pocos minutos que transcurran hasta el momento en que la halle, procura distraer al pequeño con juegos y conversaciones.
Como conclusión de este ejercicio comprobaremos de qué manera el pequeño interrumpe el juego o bien la conversación cada poco para charlar del juguete y apuntar donde está oculto.



Es su estrategia para rememorar y no olvidarse. Pongamos 3 objetos en el suelo y cubramos cada uno de ellos con un paño. Preguntemos al pequeño qué hay bajo cada harapo ya antes de levantarlo. Si todavía charla poco, nombrémosle el objeto que debe buscar y verifiquemos si acierto.

Memoria de imitación

A los 9 meses un bebé puede imitar acciones adultas solamente presenciarlas, como pulsar un botón a fin de que suene un timbre. Desde el primer aniversario los pequeños pueden imitar las acciones que han visto aun tras pasados múltiples días. Estas actividades de imitación deben ver con la memoria y al unísono son los primeros juegos de tipo simbólico, esto es, juegos en los que se simulan actividades. Y tanto el lenguaje como el juego están muy unidos a la capacidad de recordar.

Memoria autobiográfica

En torno al segundo aniversario los pequeños comienzan a emplear la palabra 'yo', se ubican a sí mismos en los hechos que recuerdan y crean narraciones que son pedazos de su vida.

¿De qué manera puedo fomentar la memoria de mi bebé?

Simplemente, podemos hacer algo tan fácil como hablar con nuestro hijo sobre las cosas que le pasan en el día a día. De este modo robustecemos la noción de que es una persona única con unas experiencias únicas.
Asimismo podemos hablarle de las cosas que le pertenecen mas no están presentes o bien aun pueden estar lejos, como los familiares.

«¿Recuerdas cuando estuvimos en la casa de los abuelos? Era Navidad. ¿Qué hicimos?».

Es posible que el pequeño recuerde, o bien es posible que no; tal vez responda, o bien quizá no. En todo caso, sin presionarle mas con estas conversaciones y a penas sin darnos cuenta, estamos estimulando de forma muy sustancial su capacidad de rememorar y de tener recuerdos propios y también esenciales.

Las fotografías y los vídeos de los familiares son realmente útiles en estas conversas, y nutren la memoria visual. Asimismo estimulamos la memoria auditiva si ponemos al pequeño al teléfono cuando charlamos con los familiares. Mostrarle al tiempo sus fotografías le asistirá a saber con quién habla. Si el pequeño recibe regalos de esas personas, va a ser bueno que, cuando juegue con ellos, le recordemos quién se los ha regalado.

Recuerdos permanentes

Cuando medren, los pequeños no van a tener recuerdos de estos primeros años. Los recuerdos conscientes más viejos que preservamos los adultos no son precedentes a los 3 años de edad. Mas hay pruebas de que se guardan recuerdos inconscientes.
Por servirnos de un ejemplo, en un pequeño mayor se pueden advertir reacciones fisiológicas (dilatación de pupila, etcétera) si ve fotografías de sus compañeros de guardería, si bien no los reconozca.
Hay una manifestación de la memoria de los pequeños que es realmente útil para los progenitores, y es la sencillez para establecer con ellos hábitos y rutinas. Los pequeños se sienten más cómodos si saben lo que viene ahora. Utilizar exactamente los mismos rituales para acostarlos, levantarlos, bañarlos, etcétera, hace que el planeta sea más previsible, ordenado y fácil para el pequeño. Si jugamos a sus juegos preferidos una y otra vez (les chifla la reiteración) y les cantamos y contamos de manera frecuente exactamente las mismas canciones y pequeñas historias, o simplemente les ponemos canciones en vídeos para bebés como ya tenemos en nuestro blog, vamos a estar ayudándolos a desarrollar su memoria.
 

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